Hoy es un día histórico para Yvy Porã Mirī, en San Vicente, porque finalmente la familia Didolich les cedió los lotes que tiene en posesión la Comunidad, lo que la convertirá en Propiedad Comunitaria Indígena.
Leonardo Ramírez, mburuvicha del Tekoa, expresó: “Este momento para mí es muy importante porque nos da la seguridad de que ese pequeño resto de selva quede para nosotros, por eso estoy muy contento. Lo mismo estarán los niños, las abuelas y los abuelos, todas las familias de la Comunidad. Ahora sí vamos a poder vivir tranquilos. Vuelvo a repetir, ¡estoy muy feliz!”.
Este día es el cierre de una larga lucha que comenzó en términos violentos. Cabe recordar que esta familia fue muy agresiva, y en reiterados intentos por desalojar de manera forzada a los Mbya, llevaron adelante acciones inhumanas, como la destrucción de sus casas y el incendio del Opy, templo central de la espiritualidad guaraní, entre otros infortunios y amenazas. Incluso, en una ocasión golpearon a dos miembros del EMiPA.
Aunque esos hechos quedarán marcados por siempre en el corazón de la Comunidad, hoy se dio un paso adelante en materia de derechos. Ante la ausencia del Estado, esto fue posible gracias a la generosidad de la asociación suiza Sagittaria, dedicada a la protección ambiental, y que ya en otras oportunidades adquirió lotes de monte para devolver al Pueblo Mbya.
Johannes Jenny, biólogo y director de Sagittaria en Argentina, reflexionó acerca de sus motivaciones para contribuir con esta causa noble: “El motivo es simple, es por el clima, el cuidado de los montes que quedan, que ayudan a eliminar el dióxido de carbono y eso sirve para todo el mundo. Lo otro es la biodiversidad, la selva misionera es uno de los ecosistemas más ricos del mundo, eso es muy importante para Sagittaria. Por eso hacemos todo lo posible para que no se extinga esa forma de vivir sustentable de la cultura Mbya”.
Sobre este logro, aseguró que “es un día histórico, pero es solo un paso. Es una vergüenza lo poco que podemos devolver de la tierra que originalmente fue de los Mbya. Tenemos dos montes más de 50 hectáreas cada uno que queremos comprar lo más pronto posible”.
Hoy son muchas más las Comunidades en Misiones que se mantienen en pie de lucha por sus territorios, debiendo enfrentar no sólo intrusiones e intentos de desalojos violentos, sino además campañas de odio en su contra. Pero el Pueblo Mbya está unido, fuerte y decidido a hacerle frente a todo. Hoy se ganó una batalla y con eso –al menos por hoy- basta.