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“En Misiones se ha logrado mucho a través de la lucha de las Comunidades”

El domingo comenzó la COP16 en Cali, Colombia, la cumbre de biodiversidad más importante del mundo. Diferentes instituciones eclesiales, organizaciones sociales, universidades y otros organismos públicos formarán parte de la agenda hasta el primero de noviembre con conversatorios, foros, congresos, exposiciones, proyecciones documentales y momentos de espiritualidad.

En ese contexto, la Hermana Rosita Sidasmed, Secretaria Ejecutiva de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG) y parte del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) participó del conversatorio “Biodiversidad y cuidado de la Casa Común, experiencias de los territorios”. Allí debatieron sobre los desafíos y aportes necesarios para la defensa de una ecología integral. Luego, Rosita lo compartió en esta charla.

¿Cómo surge la iniciativa del cuidado de la Casa Común?

De un tiempo a esta parte, en la iglesia surgen nuevos sujetos eclesiales en torno a los territorios. Cuando el Papa habla en “Laudato Si’” y en “Fratelli Tutti” de ecología integral, se comienza a tomar mayor conciencia que el ser cristiano en este tiempo no puede ser desentendido del cuidado de la Casa Común. Muchos territorios en nuestro planeta necesitan ser protegidos.

¿Por qué, o de qué necesitan ser protegidos?

Hay políticas económicas que tienen una línea de desarrollo capitalista, y van en contra de todo lo que sea preservación de territorios y biodiversidad, son políticas extractivas. El Acuífero Guaraní, por ejemplo, es cuna de una gran biodiversidad.

¿Qué fomentan esos proyectos?

El monocultivo, el uso de agroquímicos, la expansión de la frontera agropecuaria, incendios para emprendimientos inmobiliarios, tala indiscriminada, el uso del agua que comienza a ser privatizado en vez de ser un bien para todos… todo eso va en contra de la riqueza cultural y de los territorios en relación con sus poblaciones, porque la destrucción de la biodiversidad y el avance de las fronteras agrícolas supone migraciones forzadas, y por otro lado lo que significa para el ecosistema.

Siguiendo con las migraciones forzadas y los Pueblos Indígenas… ¿cómo ves esta problemática acá en Argentina, y específicamente en Misiones?

Justamente ellos son los que más cuidan la Casa Común y preservan los territorios, eso es un bien para toda la sociedad. Yo creo que los mayores logros que tienen los hermanos Mbya son su empoderamiento y su visibilidad frente a todos los atropellos, porque son Comunidades que están capacitadas, están resistiendo desde sus cosmovisiones ancestrales, desde su espiritualidad. Siento que esa interconexión que ellos tienen con sus territorios los hace una unidad y genera redes de solidaridad entre las Comunidades. En las reuniones del Aty Ñeychyrõ se ponen de acuerdo en estrategias comunes. En Misiones se ha logrado mucho a través de la lucha de las comunidades y con el apoyo del EMiPA en relación con resoluciones administrativas, que han favorecido en muchos casos los pedidos.

¿Y qué falta?

Hay mucho por avanzar en Misiones, porque los derechos indígenas no están incluidos en la Constitución Provincial, cuando a nivel nacional ya lo tenemos. También una tarea pendiente es que los funcionarios públicos tengan mayor conocimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas, sobre todo la policía y en el ámbito judicial para poder recibir y recepcionar las denuncias que hacen y se las tomen en serio.

¿Cuáles crees que son los mayores desafíos que tienen hoy las organizaciones como REGCHAG, ENDEPA O EMiPA para enfrentar las actividades que dañan a la Casa Común?

Tenemos desafíos macro y micro. Macro en cuanto a la incidencia que podamos tener en la visibilización de la importancia del cuidado de la Casa Común, visibilizar los atropellos, apoyar a quienes sufren esos atropellos y que sus voces sean amplificadas. A nivel micro, creo que, como dijo el pacifista Gandhi, “tenés que ser el cambio que querés ver”, tomar conciencia en nuestras prácticas cotidianas e institucionales, desde lo pequeño.

¿Y cuál es el mayor aporte?

El aporte más grande que tenemos para dar es la perspectiva de la ecología integral, no somos ecologistas, no nos interesa sólo el cuidado de la naturaleza, en esta lucha no pueden estar desoídas las voces de los más pobres. La naturaleza va en conjunto con la gente que la habita, el grito de los pobres y de la Casa Común. Ese es el aporte que nos dan los Pueblos Indígenas, sentirnos interconectados, en una interrelación: las personas, las cosmovisiones, los territorios, la espiritualidad, son una sola cosa. Se trata de cuidar la Tierra porque la habitamos los seres humanos.

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